Ficha bibliográfica:
Autor: William Golding
Título: El señor de las
moscas
Traducción: Carmen
Vergara
Ciudad: Barcelona
Editorial: Edhasa
Año: 2013
Págs.: 287
“A consecuencia de un naufragio, una
treintena de adolescentes se ven obligados a organizar su existencia en una
isla desierta. Ésta es la situación que sirve de punto de partida de una
sobrecogedora fábula moral sobre la condición humana.” (Cuarta de forros de mi
edición).
En esta ocasión escribo acerca del
relato como tal de esta historia. Leí este libro casi a la par de la película;
ya había leído más de tres cuartas partes libro cuando vi la adaptación
cinematográfica, y hasta hace unos días terminé de leerlo. Como de costumbre,
hay mucho que decir, así que ahí vamos…
Respecto al estilo de Golding en Lord of flies me pareció muy ligero,
aunque el libro entero es una alegoría a la corrupción de la condición humana,
no se vale de figuras retóricas que compliquen la comprensión del texto; por
eso mismo, es que es un libro muy digerible y fácil de leer.
Como se menciona en la cuarta de
forros, la historia de este libro se desarrolla en una isla en la que unos
niños se ven obligados a sobrevivir sin adultos. Todo parece ideal al
principio, los niños están felices de estar en un lugar sin adultos, en donde
nadie los puede reprender. Sin embargo, con el paso del tiempo, esto deja de
ser tan perfecto, pues se dan cuenta de que necesitan organizarse mejor, y de
que no pueden ir por isla sin establecer ninguna regla.
Eligen
a Ralph como líder ¿por qué? Ni siquiera ellos lo saben, y es aquí en donde
Golding no ofrece la primera metáfora de la manipulación mediática presente
durante la elección de un líder “Pero tenía Ralph […] tal aire de serenidad,
que le hacía resaltar entre todos; esa su estatura y su atractivo” (Golding, 30)
¿Te suena? Pista: elecciones presidenciales en México en 2012.

Pero
también la caracola representa al gobierno (o incluso la educación misma), que
termina por ser demasiado normativo, sordo y ciego las necesidades de los
demás; es entonces cuando surge la anarquía, en El señor de las moscas representada por Jack y su grupo de cazadores,
con la promesa de una vida mejor… Tampoco de este lado todo es perfecto: la
inocencia de la infancia se ha perdido y se ve manchada de sangre (que sí era
inocente).
Los
personajes se pueden apreciar muchísimo mejor en la novela. Jack, que siempre
se mostró salvaje, y que representa enteramente la pseudoanarquía; Ralph, que
se está batiendo constantemente entre su lado salvaje y ese eterno anhelo de
volver a casa, de volver a la civilización; Piggy, que parece ser el más
racional (igual que en la película), pero también el más bulleado e ignorado
por los demás, sin embargo este es un personaje que está muy lejos de ser mi
favoritos: fastidia ─ como fastidian los adultos (¡Upss!)─.
Otra
cosa que me pareció muy curiosa, es la repetición de los diálogos de Ralph.
Como si sintiera impotencia de que nadie lo escucha, y a la vez tratando de
convencerse a sí mismo de lo que dice: “¡Pero si os digo que no hay ninguna
fiera!” (49) O como si buscara escuchar una respuesta diferente (más
esperanzadora) “Cuando me encuentren, ¿qué van a hacer?” (267)
Y
ya para finalizar ─aunque siempre quedan muchas cosas en el aire─, la
desaparición de ese pequeño con una marca en la cara, cuyo nombre no sabemos.
Me parece que es una de las mejores metáforas que nos ofrece el libro. No
podría estar más clara: se vuelve un tema tabú, ese rostro no tiene nombre, y
el líder pretende que lo olvides al instante. También se te hace conocido, ¿no?

En
fin, sí recomiendo este libro; pero es mi deber advertir que no es un libro
para todos (por eso de que está medio fuertecillo). Yo le di 4/5 en Goodreads
:)